Detalles arquitectónicos

La planta de esta Iglesia  es un rectángulo de 42 metros de largo, 15 de ancho y 15 de alto.  Las  trazas  son  exclusivamente de Francisco de Mora, siendo esta Iglesia el último de los grandes edificios diseñado por el equipo de expertos, que durante más de treinta y cinco años colaboraron bajo la dirección de Felipe II y es, sin duda alguna, uno de los monumentos artísticos que mejor representa el estilo contrarreformista, surgido después del Concilio de Trento. Siendo sobre todo la obra de Francisco de Mora que mejor representa su personalidad artística.

Planta

Es de una única nave, utilizando los contrafuertes para formar capillas laterales.  Tiene cinco capillas en su  lateral  norte,  y cuatro en el lateral de mediodía. Esta distribución había sido ya empleada por Juan de Herrera en la Iglesia de Santa María del Alambra y en el Convento de Santo Domingo de la Calzada en Logroño, pero con una gran diferencia: Francisco de Mora no usa crucero, cubriendo con una gran bóveda de Cañón con penetraciones de lunetas.

Alzado

Destacan también las 12 ventanas laterales que se superponen sobre la cornisa, denominadas vanas termales, nombre procedente de las termas de Caracalla en Roma, que a semejanza de la Basílica de San Lorenzo de El Escorial divide el vano entre un arco de medio punto  en tres  espacios , matizando la luz y dándole  al edificio un carácter  clásico.

Ventanas laterales

La  Orientación  de  esta Iglesia es acorde con las normas litúrgicas:  su  orientación  es  hacia el oriente.  Tanto  fieles  como celebrante se debían dirigir hacia oriente  al orar.