Esta parroquia sufrió un gran expolio durante la guerra Civil española (1936-39). Desaparecieron todos sus ornamentos, que debían ser de gran valor, muchos de ellos adquiridos por Felipe II; el archivo parroquial de gran valor histórico; el órgano que Felipe II mandó construir para esta Parroquia, y todos los objetos sagrados de culto. Únicamente se salvó, como muestra, un acetre y el hisopo, al que más tarde me referiré. (figura 39) Se puede afirmar que la Guerra de 1936- 39 supuso para esta Parroquia un antes y un después, como en tantas y tantas otras realidades. A continuación deseo dejar constancia de la situación en la que quedó el cuadro de San Bernabé, y su posterior restauración por el lego, Fray Teófilo Galende , de la Orden de San Agustín. Esta Parroquia pagó un alto precio en pérdidas materiales, pero sobre todo por el martirio de sus dos sacerdotes: D. Victor Navalpotro, Párroco, y D.Antolín Rodríguez del Palacio, coadjutor, que apenas llevaba dos meses ordenado; con ellos fue también asesinado D. Arecio Mendoza, párroco de Torrelodones.
Detalles sobre los balazos que recibió en la guerra y restauración por el hermano agustino Teófilo Galente.